miércoles, 14 de enero de 2009

Rompecabezas



De noche vienes para amarme. Tienes en tu piel aromas de primavera, tus pies me representan el más crudo invierno, pezón tibio de verano bajo tu cabellera de sauces en otoño. Tu pubis, noche de lluvia esperada por los amantes, que no moja aun el desierto de mis labios. Tú, te compones de todas y cada mujer que amé y amo, pero aun no te completas…

Cuando deseo amarte sólo eres arte para mí. Eres ya pintura, ya música, ya poesía… tan cambiante, me inspiras, tan motivadora, tan distinta día a día, mientras la realidad me abofetea para despertarme de la nostalgia de tus ojos.

-“¡No!, ya no es ella como ayer, me dice…” y acaso aquello sería mejor… pues en la medida del cambio vive el tiempo y de no cambiar las cosas y tu y yo… entonces parecería como si el tiempo se detuviera, parecería como si ya estuviéramos muertos.

Y yo te deseo nueva, te deseo viva, pero no puedo dar muerte a mi nostalgia, no puedo resucitar aun a unos nuevos ojos que te vean tan o más cambiada y bella que ayer.

¡Maldito rompecabezas de mujer que no te completas y te quedas en mi cama! Que me seduces cual una arpía… voz de sirena, besos de ensueño, te lanzas sobre mí con tu pesada capa de noche y tu somníferos halitos…y te encuentro deliciosa y te amo.

Me cubren tus hiedras mientras de a poco les quito su humedad con el calor de mi pasión. Besarte toda es el poema más exquisito en mi boca. Las fresas de mi jardín se sonrojan al lado de tus pezones. Tu boca entreabierta susurrando el nombre del placer marchita de celos las rosas y el carmín en mi ventana.

Me entrego a tu seda capullo mío, vida mía… y parezco morir en tus brazos mientras me das vida.

Pero los primeros rayos de madrugada te encuentran en pedazos de todo lo que amé, solo un rompecabezas de amor que día a día debo armar. ¡Vida mía dame solo un respiro!, amanece junto a mí al menos hoy. En las mañanas ya no soporto mi cara de velorio por el luto nocturno que deja el verdugo de la noche, ni soporto la tensión de mi único sirio en mis manos, como entrepierna de adolescente en su primera cita, cada mañana al recordarte.

De día naufrago en un mar de ideas, pero todo a la sombra de tu timón se vuelve simple… las ecuaciones ya no me dan placer, sus misterios pierden enigma si escribo a un lado tu nombre. Me sumerjo en la esencia de las cosas bellas y me anclo con todas mis fuerzas a mis sentimientos, en ellos reconozco que estoy vivo. Pero… Ah! realidad que me arremolinas y me desnudas, me despojas, me desprendes de mis amarras y parezco ahogarme entre olas que musitan que ya no me amas, que ya cambiaste.

En tal desconcierto reconozco que amor está en mí y no fuera de mí. Rompecabezas no te necesito para amar! En este edén yo soy tu dios! …Entonces tu! Realidad, me escupes y despojas del centro de tu remolino, el cielo entonces se aclara en mi pecho, aleja las nubes de la confusión y me encuentra casi sin vida, naufrago, en las playas siempre nuevas de tus caderas. Pues el mar de mis pasiones siempre me lleva hasta ti.

1 comentario:

  1. Muy buena la composición! Me alegro que lo puedas expresar... Un abrazo! Marcelo

    ResponderEliminar